La distancia en el espacio-tiempo es la clave para explorar y conocer con más detalle los cuerpos celestes y rocosos del universo al que pertenecemos. La ciencia se desarrolla y avanza a una velocidad sorprendente. Pero todavía hay muchas limitaciones que nos encierran dentro de nuestro Sistema Solar.
Uno de los ejemplos que muestra la evidencia de esta afirmación está en las sondas espaciales Voyaguer. Tanto la 1 como la 2, lanzadas en 1977, apenas en 2020 lograron situarse en los bordes del sistema solar.