Carne, pescado, verduras… la alimentación humana es rica y variada. Pero no siempre fue así. Aunque durante años se ha creído que éramos una especie omnívora desde nuestros inicios, la realidad es que los integrantes del género Homo llevamos dos millones de años siendo unos diestros depredadores situados en lo más alto de la cadena alimentaria.
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv han podido reconstruir la dieta de los humanos prehistóricos y han encontrado que fue la extinción de la megafauna en varias partes del mundo y la disminución de las fuentes de alimentos animales hacia el final de la edad de piedra lo que llevó a nuestros antepasados a aumentar gradualmente el consumo de vegetales hasta que finalmente no tuvieron más remedio que domesticar plantas y animales y convertirse en agricultores.