El desafío de reducir la huella de carbono en nuestro planeta es una cruzada que mantuvo reunidos a decenas de científicas, científicos y delegados de diversos países en la COP26. Metas como detener y revertir la deforestación al 2030 se han levantado con fuerza, generando a su vez múltiples debates sobre el foco y eficacia de medidas que pueden ser tardías e insuficientes ante la emergencia climática.
En Chile, un grupo de investigadores continúa explorando nuestros hábitats naturales y desarrollando evidencia clave para afrontar este problema global. Entre ellos, se destacan los estudios que se realizan en los bosques de Chiloé y sus suelos, ecosistemas que funcionan como grandes aliados para la captura de carbono y el combate al cambio climático.