La proliferación de plantaciones forestales en el centro sur del país ha transformado drásticamente el paisaje, en que ahora remanentes fragmentados de bosque nativo rodeados de pino resisten, pero son propensos a ser invadidos por esta especie exótica que predomina.
Ahora, una investigación desarrollada por la Universidad de Chile y Conaf, desarrolló una «inyección» que se puede aplicar a los pinos que comienzan a invadir bosques nativos de alto valor ecológico, para frenar el proceso.
Los investigadores desarrollaron la dosis más pequeña y diluida posible del herbicida, que lograra la muerte de la especie invasora en unos pocos meses, sin generar un impacto ambiental que afecte el desarrollo del ecosistema nativo.
La «inyección» se aplica a través de una perforación de siete centímetros de longitud y 2 cm de diámetro. En el trabajo, que duró 4 años, se constató además cómo la vegetación nativa volvía a ocupar el espacio.