Primero los cocinaron y después disfrutaron comiéndoselos. Hace unos 50.000 años, los humanos del continente australiano consumieron los grandes huevos de un ave de dos metros de altura a la que se conoce como ‘pájaro de trueno’, según han revelado los análisis de las cáscaras encontradas por los arqueólogos.
Los investigadores de las Universidades de Cambridge y Turín explican en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences que los restos de los fragmentos de caparazón presentaban marcas de quemaduras. Su trabajo incluso ha permitido colocar el animal, que se extinguió hace unos 47.000 años, en el árbol evolutivo.