Lejos de la Amazonía, de la complejidad de sus conflictos y de la vida cotidiana de sus habitantes, el destino de la selva se decide en reuniones, comisiones y tribunales. Brasilia es el principal escenario político en el que se libran las batallas por el futuro de la Amazonía y en el que se renueva continuamente el viejo modelo de ocupación, sea cual sea el gobierno en cuestión.
Pero es también en la capital federal donde, dentro y fuera del Parlamento, se produce la resistencia y se discuten nuevos proyectos para el futuro del bioma.